El base de Gimnasia y Esgrima, hoy cumple 24 años. Se abrió a un diálogo contando experiencias y anhelos.

Manuel Carlos Buendía, el base de Gimnasia y Esgrima, hoy cumple 24 años. Aunque Carlos, no le gusta para nada, incluso reniega cuando aparece así en las planillas, se abrió a un diálogo contando experiencias y anhelos. El joven que emprendió desde su Córdoba natal un viaje al sur en busca del sueño de ser jugador profesional, y sí que lo logró.
Hace casi dos años integra el plantel de Gimnasia y Esgrima, sus números poco a poco, y con horas de trabajo, van en ascenso y fue embajador del Verde en la última edición del Juego de las Estrellas ganando el concurso de triple.
Humilde, constante en su trabajo y con su impronta personal se fue ganando el cariño de la gente. Y, hoy iniciando un nuevo cumple en el Mens Sana, esto decía.
- Llegaste en julio del 2017, hoy ¿Cuáles son tus expectativas con respecto al club?
‘’La verdad es que me siento muy bien acá, estoy contento, Martin Villagrán me ha dado mucha confianza, todo el cuerpo técnico, la dirigencia y eso es muy importante. El cariño de los hinchas y de todo el mundo que rodea al club, eso, es difícil de conseguir y me hacen sentir cómodo. Es un poco el reflejo de lo que se da en la cancha, se ve como soy y la verdad es que estoy muy contento, tranquilo. Por eso, me encantaría seguir acá, vistiendo la camiseta del “Verde’’.
- ¿Qué crees que falta para que ‘’Manu’’ Buendía sea titular?
“Me encantaría arrancar desde el inicial, pero todo eso lleva un trabajo, soy joven todavía, tengo mucho que aprender. Como te decía, me siento muy cómodo acá y eso ayuda un montón para seguir creciendo. Y bueno, obviamente, tuve muchos bases renombre delante mío y he aprendido con los que me ha tocado. Ahora, con Jonatan Treise que tiene mucha experiencia, seguramente vamos a aprender mucho de él también, pero es cuestión de disfrutar y pasarla bien. Después, todo viene solo, si uno viene ‘’laburando’’ bien, eso llega solo”.
-¿Sabes que les metes presión, no?
“(Risas) ‘’vamos todos con el mismo color, pero como todo trabajo hay que hacerlo lo mejor posible, ponerle toda la garra y como te dije, las cosas van a venir solas. Ojalá que sea lo más pronto posible. Cada uno tiene su motivación, sus objetivos personales. El cuerpo técnico, así como me ayuda, me exige mucho, me hacen trabajar un montón y eso me ha ayudado a sacar lo mejor de mí. A falta de experiencia, tengo que estar a la altura de los otros que son más grandes, esforzándome. Martín, siempre me lo repite, la única forma de estar arriba es trabajando el doble para poder producir para el equipo. Hay que intentar e intentar, es como hacer un pollo, vas a quemar unos cuantos’’ (risas).
- ¿Te fuiste en busca de ser jugador profesional, cuando supiste que ibas a vivir del básquet?
“Eso me cuesta todavía, todavía estoy trabajando en eso. Por suerte ya no le pido plata a mis viejos que eso es muy importante para mí. Estoy muy bien, pero sigo trabajando para poder decir que estoy asentado, por eso le sigo metiendo para adelante’’.
- Sos cordobés por donde se te mire, ¿qué es lo más extrañas?
“La familia y los amigos tiran, me gustaría mucho jugar cerca de casa. Como para pasar un año entero, son siempre diez meses que pasas afuera, vas dos meses y volves. No terminas de disfrutar. Me fui a los 17, ¡Puedo hacer más cosas de lo que hacía cuando era chico!. Ahora siempre me pasa que me tengo que ir y un poco extraño eso, pero bueno, es cuestión de cumplir los objetivos...si hay que irse, hay que irse”.
- Si te llega a tocar jugar en Córdoba. ¿Atenas o instituto?
“¡Durísimo! Instituto, estoy en el barrio, pero hay que recordar que es un trabajo’’.
- ¿Cuál es tu meta, qué sueño te queda por cumplir?
‘’Me gustaría muchísimo jugar en el extranjero, muchísimo, sería una linda experiencia, también va por mis ganas de conocer, conocer gente nueva, viajar, y si va de la mano del básquet sería lo ideal. Ser alguien con nombre, reconocido’’.