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Un nuevo proyecto que no pudo concretarse


Después de la exitosa temporada 92/93 en que Gimnasia había quedado a un paso de su primera final, la Liga 93/94 llegó con aires de renovación pero con el objetivo de mantener a Gimnasia en los primeros puestos. El nuevo proyecto únicamente no se daba en el plantel sino que eran momentos de cambios diligénciales con la llegada de un grupo de empresarios locales que se hizo cargo del manejo del equipo de Liga Nacional. Ya sin León Najnudel que emigró a Boca (también ahí partió Sebastián Uranga) se le decidió dar su primera oportunidad como entrenador a Enrique Tolcachier, quien a la vez trajo desde Río Cuarto a José Luis Pestuggia para que lo secunde. Dentro de los jugadores solamente quedaron Sergio Aispurúa, Oscar Chiaramello y el goleador Andrew Moten. Además volvió un histórico como Martín Ipucha para iniciar su tercer ciclo en Comodoro. En tanto como incorporaciones llegaron Fernando Posetto, Luis Oroño, Gabriel Parizzia y como extranjero Dave Feitl, un pívot blanco ex NBA que llegó con un contrato récord para la época de 17.000 dólares por mes. “No fue un buen año. Éramos muy buen equipo pero nunca nos pudimos ensamblarnos como equipo. Tuvimos algunos problemas con Tolca que recién iniciaba y nosotros subconscientemente lo subestimamos”, explica Ipucha sincerándose con los problemas que tuvieron ese año como equipo. En el arranque de la Primera Fase tras un par de malos resultados Gimnasia llegó a caer cerca de los últimos puestos pero rápidamente desde la fuerte localía se recuperó y se instaló en la mitad de la tabla para llegar al final de la Fase con chances de entrar a la A1. El Verde cerraba de visitante y dentro del lote de equipos que aspiraban a meterse en la A1 era el que menos pagaba en los pronósticos. Sin embargo los de Tolca respondieron ganándole a Sport Club por 87-79 y a Regatas por 99-77 para alcanzar los 46 puntos y clasificar entre los ocho mejores con un récord positivo de 16-14. En esa Primera Fase el extranjero Feitl había tenido una buena producción, sin embargo por sus pergaminos y su sueldo se esperaba más y él era consciente de que podía dar más. “Dave era un fenómeno, un profesional en todo sentido. No nos dio todo lo que nos podría haber dado y él estaba fastidioso porque sabía que podía darnos más”, cuenta Ipucha. Esa autocrítica que mostraba el pívot blanco hizo que cuando en el receso se renegociara su contrato acepte una rebaja del mismo. Para la segunda parte de la temporada su nuevo salario no incidió en su rendimiento, sino que todo lo contrario ya que elevó sus promedios y comenzó hacer la diferencia. Lamentablemente la mejoría de Dave no fue acompañada en conjunto ya que en enero se fue Moten (motivo de problemas personales) que era el goleador de la Liga y en su lugar llegó un particular Dexter House que pese a mantener los números de Andrew no era positivo para el grupo. Shouse tuvo una presentación tremenda anotándole 35 puntos a Atenas pero como recuerda el bahiense Ipucha su llegada no fue buena para el grupo: “Era un jugadorazo pero muy malo como persona y para el grupo, no le llegaba el agua al tanque. Creo que eso nos complicó para seguir peleando para arriba”. Gimnasia termina sellando una mala campaña en la A1 con solamente cinco victorias y nueve derrotas para quedar séptimo y enfrentar a Quilmes en la Reclasificación. Los de Mar del Plata sorprendieron rápidamente en la serie y se quedaron con el primer punto en el Socios Fundadores por 82-75. El segundo estuvo casi tan bravo como el primer pero La Magia finalmente se impuso por un ajustado 92-90 con 26 puntos del Vasco Aispurúa. Quilmes dominaba la serie y aprovecha las ventajas que daba Feitl disminuido físicamente por sus dolencias en la rodilla. El Tricolor no supo ratificar la ventaja obtenida en Comodoro y en el tercero tras dos suplementarios, Gimnasia se ponía al frente en la serie ganando 114-111 con 33 de Shouse. El Verde pudo liquidar en La Feliz aunque en el cuarto juego el tiempo extra fue para Quilmes que festejó por 94-87. Para el quinto partido Gimnasia tenía la ventaja de localía sin embargo Quilmes contaba con la ventaja de que en el juego anterior había sido expulsado Shouse y no iba poder estar presente esa noche. Feitl sacó la cara ofensivamente por el equipo con 27 tantos pero fueron en vano ya que los marplatenses se adueñaron de la serie al ganar 99-85. Por primera vez en cinco temporadas en la Liga Nacional, Gimnasia quedaba afuera de los cuartos de final y debía disputar la permanencia (en esa momento del 9º al 16º jugaban dos ruedas de playoffs para ver quienes descendían). El panorama era muy preocupante ya que la relación Tolcachier-Shouse no daba para más y Feitl anunciaba que se volvía a Estados Unidos por recomendación del médico de Houston Rockets para tratar la lesión de su rodilla. Es verdad que en esa primera instancia de la Permanencia el rival era Echagüe de Paraná con el peor récord de la temporada regular pero reforzado a último momento con el temible goleador uruguayo Horacio “Tato” López. Para Gimnasia el riesgo de jugar sin extranjeros era muy grande y Dexter Shouse era un mal necesario. En una decisión consensuada con los dirigentes Tolcachier se aleja de la institución, rescindiendo además la segunda temporada del contrato. Pestuggia se fue junto a Tolca y la única opción en el club para agarrar ese fierro caliente era el joven Mario Errazu, quien junto al preparador físico Pedro Pironi tenían muy buena relación con Shouse que iba a su departamento a jugar a la Family Game. La decisión por parte de los directivos no se tomó rápidamente y fueron los propios jugadores que en medio de la incertidumbre le pidieron a Errazu que agarre el equipo. “Traer otro técnico sin saber cómo era el equipo era muy complicado, además nadie iba agarrar ese fierro caliente. Yo sabía de lo excelente que era Mario como persona y lo bien que trabajaba como entrenador por lo que fuimos y le pedimos que dirija él que nosotros lo íbamos a apoyar en todo y Mario no lo dudó”, recuerda Ipucha uno de los que más influyó en que Mario se haga cargo. El propio Errazu recuerda cuando finalmente fue llamado para notificarle que tenía que agarrar él: “Me reúnen 18 dirigentes en la salita de debajo de la popular y recuerdo que el dueño de la juguetería ‘Pirulín Colorado’ me dijo que la única opción era yo y que lo tenía que hacer por el club. Tras seis años en Comodoro yo ya era hincha del club”. Ya definido como entrenador para dirigir la Permanencia, Errazu tuvo que convencer a Dexter de “jugar con amigos” por él y Pedro. “La única forma de llevarlo era dejarlo hacer lo que quiera, no había otra forma”, agrega Mario. Como cambio estratégico el gran acierto de Errazu en esa serie fue poner a Shouse de uno en lugar de Posetto ya que al extranjero no se llevaba bien en el juego con el base del equipo. “Pusimos a Dexter de uno y jugamos en base a las penetraciones de él y Martín Ipucha que descargaban para los tiradores o el Vasco en la pintura”, explica el DT bahiense que había llegado a Comodoro de la mano de Allende para trabajar en las inferiores. La estrategia dio muy buenos dividendos y Gimnasia ganó con total justicia los dos primeros juegos en Comodoro. Para el tercero en Paraná Dexter había desaparecido y nadie sabía nada de él. Recién apareció un par de horas antes del juego acompañado por una mujer y un hombre pero no era momento para sanciones. Dexter jugó como si nunca hubiera desaparecido y con 50 puntos lideró a Gimnasia a la victoria por 107-101 pese a que el local también contó con un indefendible Tato López autor de 55 tantos. De la mano de un Shouse que jugaba tanto como fastidiaba a compañeros, el Verde esquivó su primera Permanencia en la Liga Nacional y Mario Errazu estiró a cinco juegos récord perfecto como entrenador.

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