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El boom Comodoro arrasa en la Liga B


El tremendo esfuerzo realizado por los chicos del Club para llegar hasta acá no podía ser rifado fácilmente y para competir en la Liga B sin riesgo de descenso se necesitaba reforzar un equipo que hasta ese momento era compuesto en su mayoría por los jóvenes de la propia institución.

En primer lugar para que tome el mando de este proyecto en lugar de Alberto Pachano se eligió al bahiense Daniel Allende, quien era conocido por los dirigentes comodorenses por su paso en el Deportivo Madryn. Allende, que venía de dirigir a Olimpo de su ciudad, llegó a Comodoro acompañado por Héctor Santini para asistirlo en el plantel mayor y un joven Mario Errazu para trabajar con la Primera local e inferiores.

En ese momento había muchos jugadores de la Liga Nacional y los dirigentes de Gimnasia pretendían llevarlos, pero si hoy por hoy con más de 20 años los jugadores son reacios a venir a Comodoro qué podemos decir de ese momento en el que la ciudad recién comenzaba a asomar en el plano nacional. Ante esta “problemática” Allende impuso su idea del grupo de jugadores que pretendía. Los dirigentes Alberto Álvarez y Andrés Córdoba viajaron a Bahía Blanca con un maletín lleno de nombres entregados por el DT y desde allá se trajeron una figura como Carlos De Battista y tres jugadores sin tanto cartel como Alejandro Navallo, Martín Ipucha y Jorge Ferrini. Además desde la capital nacional del básquet también llegó el comodorense Levan Macharashvili para aportar toda su experiencia. Entre los jugadores del club que lograron el ascenso a la B se mantuvieron Román Pérez, que había sido dirigido por Allende en Olimpo y fue elegido como capitán, y Guillermo Iñiguez que pese a bajar notoriamente su participación no dejó de aportar su granito de arena. Mientras que como extranjero se contrató a Eric Ross que venía de jugar en Gimnasia y Esgrima de Pergamino. Según recuerdan Ross era un jugador espectacular con unas cualidades técnicas increíbles y que marcaba una gran diferencia en la categoría pero a la vez cuando no tenía ganas de jugar, por a o por b, daban ganas de matarlo. “No pensábamos ascender, queríamos hacer una adaptación y una serie de cosas”, se sincera Alberto Álvarez, quien ese momento era el tesorero. Y no era para menos Gimnasia integraba una muy dura zona B-2 Sur junto a Vélez Sarsfield, Independiente de General Pico, Quilmes de Mar del Plata, Guillermo Brown de Puerto Madryn, Pico F.C., Ciudad de Bs. As., Rivadavia de Necochea y Grupo Universitario de Tandil. Tras quedar libre en la primera fecha, el debut del Verde en la categoría se da en la segunda cuando visita a Independiente de General Pico y es derrotado por 92-83. Su primer triunfo llega a la otra semana cuando en su estreno en el Socios Fundadores vence a Brown en el duelo provincial por 77-75 con 21 puntos de Martín Ipucha. Gimnasia vuelve a caer en su siguiente salida ante Ciudad de Buenos Aires por 103-100, en un partido muy polémico por el arbitraje que se definió en el tercer tiempo suplementario y por el cual el entrenador Allende sería suspendido por 15 días. Tras ese juego perdido, el equipo enhebró una serie de diez victorias consecutivas con la que no solamente tomó el liderazgo de la zona B-2 sino que también puso por las nubes el furor de la gente de Comodoro por el equipo. “Los entrenamientos parecían partidos por la cantidad de personas que iban a vernos”, recuerda Allende sobre el apoyo inusual que recibían. Semana a semana la revista Solo Básquet destacaba los récords de recaudaciones y asistencia que generaba Gimnasia en un Socios Fundadores que también se renovaba constantemente para aumentar su capacidad y cumplir las exigencias constantes de la Asociación de Clubes. “Parecía que no querían que ascendiéramos. Teníamos inspecciones permanentes en el Socios y nos exigían hacer mil modificaciones. Pero cuando viajábamos a Buenos Aires no teníamos ni vestuario propio para cambiarnos y las tribunas o sillas estaban separadas de la cancha por una simple soga”, cuenta el entrenador que a la vez recuerda que en muchas ocasiones tenían que entrenar mientras Juan Torres estaba soldando los fierros que traían al club los hermanos Rodrigo. En la racha de diez triunfos en fila Gimnasia ya había conseguido una resonante victoria en Mar del Plata ante el gran candidato de la zona, el Quilmes del Huevo Sánchez. Sin embargo cuando por la 17ª Fecha le volvió a ganar al Tricolor- esta vez en suplementario por 99-96 con 32 tantos de Ross- el Verde se aseguró el “1” de la zona y por lo tanto la ventaja de localía para todos los playoffs. Un detalle para nada menor ya que los dirigidos por Daniel Allende no conocían la derrota en el Socios Fundadores. El objetivo principal de salvar la categoría ya estaba cumplido, sin embargo se sentía que este equipo podía e iba ir por más. Una de las figuras del equipo Carlos De Battista dejaba en claro esto: “Aunque el propósito primario haya sido salvar la categoría, el público, exitista como cualquiera, quiere el ascenso y estamos en condiciones de brindárselo”. Los medios de la naranja reflejaban semana a semana el nombre de Comodoro y en la propia ciudad el Boom Gimnasia seguía creciendo sin saber cuál sería su techo. Para la primera instancia de los playoffs además de jugar a casa llena como en toda la temporada, se generaban importantes filas incesantes para comprar las entradas y las mismas ya se agotaban un par de días antes del juego. El primer rival de los playoffs en octavos de final fue San Martín de Marcos Juárez-con la presencia del comodorense Eduardo Opezzo entre sus filas- y Gimnasia arrancó la serie con dos claros triunfos en el Socios. El primero fue 104-89 con 44 puntos de Eric Ross y el segundo 128-84 con 42 tantos del Zurdo De Battista. En Córdoba el trámite no fue para nada sencillo, hubo que ir a dos suplementarios, pero Gimnasia logró barrer la serie por 104-103. Esa noche se destacó el trío perimetral bahiense De Battista-Navallo-Ipucha con 24, 17 y 16 unidades respectivamente. El saldo negativo del triunfo en Marcos Juárez fue la expulsión de Ross, quien en un principio había recibido tres fechas de suspensión pero luego de que los dirigentes comodorenses presenten el video del partido la sanción fue reducida a un solo juego. Eran otros tiempos y en la AdC no había televisor ni videocasetera por lo que Gimnasia debió hacerse cargo de los gastos del alquiler de los dos elementos. En los cuartos de final el Verde se cruzaría con un equipo contra el que años después tocaría la gloria en la Liga Nacional, Libertad de Sunchales. Esta vez no hubo victorias holgadas y tranquilas, Gimnasia debió transpirar en tiempo extra los dos juegos para irse a Sunchales 2-0. En el primero, sin Ross, Ipucha se cargó la ofensiva con 34 puntos para el 102-95 y en el segundo el americano fue el goleador con 40 para el 104-97. Faltaba mucho pero la posibilidad de jugar en la Liga Nacional ya daba vueltas en la cabeza de todos por Comodoro. Algunos ya se imaginaban la posibilidad de recibir los Cortijo, Milanesio o Cadillac en el Socios Fundadores, aunque otros, desde el lado del dirigente, como Roberto Iñiguez se preguntaba si estarían preparados para jugar en la A. “Recuerdo que en el viaje a Sunchales se me acerca Roberto Iñiguez y me pregunta si estaríamos listos para jugar la Liga A y yo le dije que hay que aprovechar los momentos, quizá cuando sintamos que estamos listo para jugar no lo podemos lograr ya que no es un torneo para nada fácil”, rememora el DT que llevó a Gimnasia a la Liga Nacional. En el Hogar de los Tigres el tándem Ross-De Battista se combinó para 62 puntos y Gimnasia abrochó el pase a las semis con otro 3-0 tras ganar por 100-92. A la vuelta como ya era costumbre el equipo fue recibido por una multitud en el aeropuerto y acompañados en caravana hasta la vieja sede de la avenida San Martín. El próximo rival en las semifinales y finales por el ascenso sería Santa Paula de Gálvez. Los visitantes tomaron el mando del juego en los primeros minutos y llegaron a imponerse por 37-30, sin embargo todo cambió con el ingreso de Levan Macharashvili que, con 18 puntos desde el banco, lideró la levantada de Gimnasia que terminó festejando el primer punto por 88-84. La segunda noche de las finales del ascenso fue un poco más tranquila, el Verde volvió a festejar por 105-92 y quedó a una sola victoria de la Liga Nacional. Para Gimnasia el apoyo incondicional únicamente no estaba presente en el Socios, sino que cuando salía a jugar de visitante siempre lo hacía acompañado por un importante grupo de hinchas. Algunos viajaban en el avión chárter con el equipo, otros lo hacían en vehículo y otros tantos estudiantes llegaban desde Buenos Aires, La Plata o Córdoba. Gálvez no podía ser la excepción y más de 200 hinchas acompañaron al equipo en busca del ascenso, sin embargo este debió esperar una semana. Con un clima muy hostil y agresiones en la llegada a la cancha, Gimnasia cayó ajustadamente en los dos partidos y la serie volvía a un Socios Fundadores que ya comenzaba a tener su mística pero que lo debía confirmar con un logro de esta magnitud. El viernes 13 de octubre de 1989 no sería uno más en la historia de Gimnasia. Ese día el mensana ratificó que en el Socios era imbatible y con un claro 82-69 se ganó un pasaje sin retorno a la Liga Nacional. Gimnasia ya estaba en la A y una ciudad que estaba detrás lo festejaba, pero como cuando se logró la permanencia se fue por más y en el momento de conquistar el ascenso no se conformó y se puso como nuevo objetivo el campeonato. En la final, que se disputó a dos juegos en Comodoro, tocó enfrentarse con el otro ascendido GEPU y Gimnasia se impuso en los dos juegos. El primero fue por un abultado 115-95 con 30 de Ross y 20 del gran capitán Román Pérez. El segundo triunfo llegó con un ajustado 102-99 y Gimnasia se despidió de la Liga B invicto como local y con el merecidísimo título de campeón.

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